Exposición de fotografía 2025

Exposición de fotografía. Miradas imprescindibles

A partir del próximo miércoles 27 de mayo de 2025, a las 19 horas.

Obras de grandes nombres de la fotografía, como Bartolomé Ros, Nicolás Muller, Francesc Català-Roca, Ramón Masats y Juan de Sande,  que nos muestran la variedad de enfoques que hay para contar algo, y que perdure. Esa es la idea.

 

Bartolomé Ros fue un fotógrafo precoz. Con 14 años ya cubría con sus cámaras las últimas décadas de la presencia española en Marruecos. Afincado en Ceuta, sus imágenes son un testimonio excepcional de la vida de la época, del ambiente militar y de los nativos marroquíes. En los años 30 abandonó la fotografía para establecer relaciones comerciales con la firma alemana AGFA, desarrollando desde entonces una actividad comercial que le ha sobrevivido. En las ciudades marroquíes donde se estableció, su nombre comercial fue «Casa Ros».  En 1963, con la ayuda de sus hijos Bartolomé y Alberto, abrió en Madrid el laboratorio fotográfico Ros Fotocolor al servicio de todos los profesionales y aficionados de EspañaA medio camino entre el costumbrismo y el documentalismo, su obra ha sido rescatada por su hija Rosa Ros.. A medio camino entre el costumbrismo y el documentalismo, su obra ha sido rescatada por su hija Rosa Ros.

En el año 2011 el centro Conde Duque le dedicó una gran exposición monográfica (Frontera de África) dentro de la programación de PHotoEspaña.

 

Nicolás Muller nació en Hungría, país del que tuvo que huir antes de la invasión de los nazis, y se hizo fotógrafo en un largo viaje que le llevó a París, Marsella, Portugal, Tetuán y posteriormente Madrid. Compatriota de Brassaï y Robert Capa (con el que compartía también fecha de nacimiento), su trabajo refleja algunas de las mejores imágenes del ambiente y el trabajo de la época. Tras instalarse en Madrid, su mítico estudio de la calle Serrano se convierte en el centro de reunión de los intelectuales de la época.

Con motivo de su centenario, La Comunidad de Madrid le dedicó en noviembre de 2013 una gran exposición monográfica, en el Canal de Isabel II.

 

Francesc Català-Roca es una de las cimas de la fotografía española. Hijo del fotógrafo Pere Català Pic, realiza en los años 50 y 60 una colección de fotografías inolvidables. Montado en su Vespa, recorre toda España ofreciendo la imagen de un país que empieza a cambiar. Su mirada, llena de personalidad, acerca la fotografía española al estilo cercano y fresco que impera en Europa. Culto, inquieto e innovador, su obra ha sido un referente para las siguientes generaciones de fotógrafos.

La exposición Català Roca. Obras Maestras, ha recorrido en los últimos años diversas ciudades s entre las que hay que resaltar Vigo, Zaragoza, Córdoba y Oporto. En Barcelona se ha expuesto en La Pedrera y en Madrid (septiembre 2013) en el Círculo de Bellas Artes. Català es Premio Nacional de Artes Plásticas en 1982.

 

Ramón Masats es el artista clave de su generación. Su trabajo, junto con el algunos colegas como Miserachs, Oriol Maspons o Pérez Siquier, revoluciona la fotografía documental española. Masats es el autor de algunas de las imágenes más brillantes de la fotografía moderna española. Su trabajo en blanco y negro se inscribe entre los grandes nombres de la fotografía europea.

Ramón Masats es Premio Bartolomé Ros 2001, Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid 2002 y Premio Nacional de Fotografía 2004. Su trabajo se ha visto en numerosas exposiciones entre las que destacan las celebradas en el Círculo de Bellas Artes en 1999, Canal de Isabel II en 2004 y Real Fábrica de Tapices en 2006.

 

Juan de Sande (Madrid, 1964), desde sus comienzos como fotógrafo, ha reflexionado sobre imagen y artificio, sobre el lugar dudoso que ocupa la realidad en la creación contemporánea y sobre cuestiones intrínsecas del lenguaje fotográfico. Lo realmente importante para este autor es la imagen final, el resultado plástico después de un proceso largo de construcción. Así lo demuestran algunas de sus series fotográficas como De ayer no me acuerdo, hoy ha llovido, Naturalezas nocturnas o Vino el invierno, cosa extraña.

Un árbol, una montaña, una carretera nocturna vista a la luz de los faros de un automóvil, un trozo de mar o de desierto pueden parecer poca cosa, pero no son poca cosa. Cada árbol es único y múltiple -su carne es irrepetible, su idea es recurrente-.  Así pasa con todos los objetos fríos que fotografía Juan de Sande. Busca en el desorden de los fenómenos (de la naturaleza o elaborados por la mano del hombre -almacenes a punto de derrumbarse, ángulos de una fábrica-) una huella noble. Noble en el sentido de hacer un gesto o relacionarse con un objeto de forma que adquiera, más allá de su significado propio, algo así como una personalizada trascendencia.

Y a ello le añade, en su singular receta, el dramatismo -tiempo y anécdota- que envuelve los actos humanos. Nunca realiza una única fotografía, sino series pautadas. Cuando contemplas una de sus fotografías regresas a la infancia -la mirada limpia- para propulsarte a una zona desconocida.