ESTRADA
VERTICAL HORIZONTAL
TIEMPOS MODERNOS EXPONE POR PRIMERA VEZ LA OBRA DE ADOLFO ESTRADA.
LA EXPSOSICIÓN REÚNE OBRAS DE FORMAS PURAS QUE DEFINEN Y DELIMITAN EL COLOR EN UNA SUPERPOSICIÓN DE PLANOS SIN PERSPECTIVA, ATEMPORALES.
TODO UN EJERCICIO DE ABSTRACCIÓN.
La exposición Vertical Horizontal, que inaugura Tiempos Modernos el próximo 16 de noviembre de 2023, incluye una serie de trabajos, que abarcan veinte años de carrera y evolución, en las que vemos el interés por la continua búsqueda del equilibrio entre lo individual y lo universal.
Adolfo Estrada nace en Buenos Aires en 1942. Afincado en España desde 1962, vive en la actualidad entre Madrid y Gerona, donde tiene su casa-taller. De padre arquitecto, la arquitectura será su más profundo referente así como la obra de artistas como Malevich o Piet Mondrian. La abstracción en su vertiente más geométrica y constructivista.
Planos rectangulares, colores puros y el predominio de lo vertical y horizontal, son las bases para ir reduciendo a lo esencial los recursos formales utilizados. En palabras de un amigo italiano del artista: massimo di spitirito, minimo di materia.
En una visita a su estudio de Sant Martí Vell, el arquitecto Carlos Martí Aris contempla las obras y aprecia en ellas <<una cálida austeridad que contiene un rico despliegue de tonos y matices, una severa y armoniosa musicalidad que nos seduce y nos transporta y que va, inseparablemente unida, a una sensación de aplomo y de sosiego que nos asienta en la tierra>>. Y así es. Estrada compone sus variaciones sutiles y sencillas, sin apenas materia, que van configurando su universo formal a base de estratos.
Aprende a dibujar copiando detalles de arquitectura y recibe sus primeras clases de pintura de su profesor de colegio, el pintor Ignacio Colombres. Su único maestro. En aquella época, el mismo Estrada cuenta cómo, al comenzar sus estudios, entró en contacto con las primeras imágenes del arte románico y bizantino y con las de Masaccio y de Giotto. <<Esa primera aproximación a la pintura fue determinante y definió mis preferencias para toda la vida>> (entrevista con Luiz Vita, São Paulo, agosto de 2007).
En 1958 entra en contacto por primera vez con la abstracción cuando visita una exposición de Serge Poliakoff y otra de artistas ingleses, como Ben Nicholson.
En 1962 tuvo lugar su primera exposición, en la Galería Pizarro de Buenos Aires. En las pinturas expuestas, con una evidente influencia de Poliakoff, los planos se superponen y encadenan.
Ese mismo año llega a Barcelona y tiene contacto directo con el arte que tanto le interesa en el Museo de Arte Románico, hoy Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Viaja a Madrid e ingresa en la Real Academia de San Fernando. << No cabe duda de que pasar por delante de las obras de Zurbarán de la Academia todas las mañanas para ir a clase y disponer del Museo del Prado a mi antojo me estimuló mucho>> (entrevista con Luiz Vita, São Paulo, agosto de 2007).
Un poco más tarde, en 1964, funda el Equipo Ñ junto al artista americano Robert Janz. En su obra se empiezan a ver las primeras tramas y cuadrados, los colores más planos. En 1970 aparecen sus primeros trabajos concebidos como series. Desaparecen las tramas lineales y la estructura de las composiciones se simplifica. El color, aplicado en pequeñas pinceladas que dan textura a la superficie, se vuelve más sutil.
Aún hoy, la serialización sigue siendo la base de sus creaciones que se transforman a través de sutiles modificaciones. <<En realidad, más que cada uno de los cuadros que componen la serie, me interesa lo que pasa entre ellos al estar juntos, lo que está un poco fuera de cada uno>> (Ernesto Shoo, Lo mismo que Aston Martin, Panorama, Buenos Aires, 1971).