Descripción
Marta Dávila , ceramista excepcional, es una auténtica maestra en la realización de porcelanas, donde los esmaltes, la transparencia y las formas , nos propone en esta muestra un juego visual de sutileza y color.
La clave de las porcelanas de Marta Dávila está en la translucidez, que es la esencia misma de la porcelana y que la distingue de las restantes cerámicas. La luz atraviesa la pieza y entra a formar parte de ella, concentrando la atención y cautivando al observador por la delicadeza del conjunto porcelana-luz. A este binomio se han incorporado diferentes texturas que hacen intuir sensaciones táctiles asociadas a elementos textiles.
Pequeño diccionario de Marta Dávila
Material. La porcelana es un material que precisa pocos o ningún elemento para mostrar su esencia. Cuanto mayor sea su desnudez de elementos ajenos a ella, mayor será su presencia, mayor la percepción de su elegancia, pasando de ser mero soporte de decoración cerámica, a ser elemento cerámico en sí mismo.
Formas. Las formas son sencillas, sin elementos geométricos que desvíen la atención del material. Todas tienen su origen en un eje de revolución, puesto que los modelos fueron torneados. Pero es durante la cocción final, cuando se acaba de definir la forma de la pieza. En algunos casos el calor de la cocción ha hecho fluir las formas, incluso las ha tensionado, eliminando la rigidez del eje, haciendo única a cada una de ellas.
Esmaltes. Los esmaltes de alta temperatura ricos en matices son opacos. La aplicación de un esmalte opaco sobre porcelana, la ahoga, oculta su color blanco. Para airear la superficie, los esmaltes son transparentes, coloreados o no, formulados a partir de óxidos naturales de fácil disolución, cobre y cobalto, descartándose el uso de elementos opacificantes . El resultado final es una porcelana que respira, potenciando el color del esmalte que la cubre.
Espesores. Con espesores finos, espesores límite, la porcelana muestra su característica más singular, la que la distingue de cualquier otro material cerámico, la traslucidez. La luz atraviesa la pieza y entra a formar parte de ella, concentrando la atención y cautivando al observador por la sutileza del conjunto porcelana-luz.